La historia de las sociedades humanas, la historia del hombre, ha servido de fuente de inspiración para el cine desde el mismo nacimiento de este. Productores de cine de todas las épocas y países han ofrecido su visión personal del pasado del hombre, a la que han ido añadiendo sus propias percepciones e interpretaciones.

En lo que respecta a la historia del Cercano Oriente, la mayoría de las  producciones están ligadas a la literatura que figura en los libros y que el interesado en ella debe leerlas para entender el proceso de desarrollo de estos pueblos que se asentaron allí. Por ello, el cine puede ser una buena manera de entender, de profundizar, de analizar y de debatir la problemática que fue planteándose en devenir de estas sociedades.